Stuttgart. Hoy, hace 60 años, el 26 de marzo de 1960, Porsche ganó por primera vez el primer lugar absoluto en una carrera de resistencia. Lo consiguió con un Spyder 718 RS 60 en las legendarias 12 Horas de Sebring, en Florida, Estados Unidos.
El triunfo llegó en las manos del piloto alemán Hans Hermann y el belga Olivier Gendebien, quienes a bordo del Porsche Spyder 718 RS 60 de 1.600 centímetros cúbicos se impusieron en la prueba en la que tomaron la salida 65 autos.
A pesar de haber obtenido el tercero, cuarto y quinto puesto en la edición de 1959, nadie pensaba que Porsche podría quedarse con la vitoria absoluta en Sebring, ya que sus pequeños autos no podrían nunca con los de 2.000 ó 3.000 c.c. de sus rivales.
Los pronósticos comenzaron a fallar cuando quedan tres horas y media de la décima edición de las 12 Horas de Sebring. El auto número 42 conducido por Hermann y Gendebien se puso al frente de la competencia Le seguía el otro Porsche Spyder 718 RS 60 inscrito para la prueba y conducido por los estadounidense Bob Holbert y Roy Schechter.
Tras las 12 horas de competencia el Porsche del equipo del expiloto sueco de Fórmula Uno Joakim Bonnier se quedó con el primer lugar, seguido del auto inscrito por el equipo Brumos Porsche. El podio lo completó el Ferrari 250 TR 59/60, de 3.000 c.c.
A bordo del Porsche Spyder 718 RS 60, Hermann y Gendebien completaron 196 vueltas al circuito para recorrer una distancia de 1.640,24 kilómetros (1.019,2 millas) y establecer una velocidad promedio de 136,67 kilómetros por hora (84,927 mph). Su rendimiento fue tan impresionante que el segundo vehículo en cruzar la línea de meta llegó con nueve vueltas de retraso, una menos que el tercer auto.
Hermann repetiría la victoria absoluta en las 12 Horas de Sebring en 1968 al compartir un Porsche 908 con el suizo Jo Siffert. Dos triunfos que serían el preámbulo de un éxito aún más grande para la casa de Stuttgart, el cual llegaría en 1970: la primera victoria absoluta de la marca en las 24 Horas de Le Mans, al conducir el Porsche 917K junto al estadounidense Richard Attwood.
A lo largo de sus 18 años de competición de alto nivel, entre 1953 y 1970, Hermann se convirtió en el único piloto alemán en ganar las cuatro grandes pruebas de duración de su época: las 24 Horas de Daytona, las 12 Horas de Sebring, los 1.000 Kilómetros de París y las 24 Horas de Le Mans.
Su gran calidad fue reconocida el 16 de marzo de 2012 cuando fue incluido en el Hall de la Fama de Sebring.
Hermann, quien hoy sigue colaborando en diferentes actividades organizadas por Porsche, es recordado como un especialista de las pruebas de larga duración, uno de los pilotos más fiables y consistentes de todos los tiempos.