El nuevo buque insignia tecnológico del Grupo BMW se presentó esta semana como un adelanto de lo que es la transformación de la firma hacia la producción de vehículos eléctricos, cambio que prácticamente todos los fabricantes alemanes se han tardado mucho en adoptar. Como sea, se parece tanto a un Serie 4, pero libre de emisiones, combinado con la deportividad distintiva de la marca y la eficiencia que tanto pregona. Es un eléctrico, sin las rarezas estéticas que otras marcas imprimen a sus modelos con este tipo e energía.
Este nuevo sedán supone una interpretación renovada del diseño y la sostenibilidad sin emisiones, en un paquete versátil y el lujo. El lanzamiento al mercado está previsto para finales de 2021, con dos configuraciones distintas. Según la firma, se trata de llevar a cabo un estricto seguimiento del cumplimiento de los estándares sociales y medio ambientales en la cadena de distribución. La fabricación del vehículo tiene lugar en la planta de BMW Group de Dingolfing y en la producción de las baterías se utiliza energía limpia procedente de fuentes certificadas; para el trabajo con el aluminio se recurre a energía solar.
Estrena un principio de diseño especial para los motores eléctricos permite evitar el uso de materiales críticos, como tierras raras. Además, añade el concepto de extracción supervisada, transparente y sostenible de cobalto y litio para los componentes de la batería de alto voltaje.
En la cadena de su producción se hace un amplio uso de materias primas secundarias y de materiales naturales y reciclados: una gran cantidad corresponde a plástico y aluminio reciclados, el cromo prácticamente no se emplea, la madera cuenta con certificación FSC, el cuero se curte con extracto de hojas de olivo y el recubrimiento del suelo y de las alfombrillas está hecho con redes recuperadas del mar.
La huella de carbono certificada de forma independiente muestra que el BMW iX xDrive40 tiene un potencial de calentamiento global alrededor de un 45 por ciento inferior al de un Sports Activity Vehicle con un motor diésel equivalente a lo largo de 200.000 kilómetros de uso.
El particular placer de conducir libre de emisiones se puede experimentar en las dos versiones disponibles desde su lanzamiento: el BMW iX xDrive50 desarrolla una potencia máxima de 500 CV, acelera de 0 a 100 km/h en menos de 5 segundos y tiene una autonomía de más de 600 kilómetros. El BMW iX xDrive40 rinde alrededor de 300 CV, ofrece una aceleración de 0 a 100 km/h en un tiempo estimado en 6 segundos y su autonomía es de unos 400 kilómetros. Un motor eléctrico en el eje delantero y otro en el trasero dotan a ambos modelos de tracción eléctrica a las cuatro ruedas.
El BMW iX combina la identidad de estilo deportivo de la marca con unas cifras de bajo consumo de energía en el segmento que ocupa. Permite un promedio de consumos por debajo de los 21 kWh/100 km en el caso del BMW iX xDrive50 y de menos de 20 kWh/100 km para el BMW iX xDrive40.
Se presenta con la quinta generación de la tecnología BMW eDrive integra los motores eléctricos, la electrónica de potencia y la transmisión, y, además, una tecnología de celdas de batería de última generación.
El rendimiento óptimo en largas distancias se consigue gracias a una elevada autonomía y a una avanzada tecnología de carga. Las cargas rápidas con corriente continua (CC) hasta 200 kW permiten que la batería alcance del 10 al 80 por ciento de su capacidad en 40 minutos. Diez minutos de carga rápida añaden 120 (BMW iX xDrive50) o 90 kilómetros (BMW iX xDrive40) a la autonomía del coche.
El sistema de recuperación de la energía de frenado está preparado para adaptarse a las condiciones del tráfico automáticamente y también se puede utilizar el modo de marcha por inercia en carretera. La intensidad de la regeneración se puede ajustar a las necesidades o gustos del conductor a través de un mando.
Tiene un aumento significativo de la eficiencia y la autonomía gracias al diseño ligero inteligente y a la aerodinámica optimizada. La construcción del chasis de aluminio con estructura de carbono minimiza el peso. Cx extremadamente bajo, de 0,25.
Sus proporciones son comparables a las del BMW X5 en longitud y anchura y con el BMW X6 por altura, además de presentar unas ruedas que, por tamaño, recuerdan al BMW X7. La atractiva y prácticamente ciega parrilla delantera de doble riñón en disposición vertical sirve de panel inteligente gracias a los sensores, la cámara y la tecnología radar que integra y que se destinan a los avanzados sistemas de asistencia al conductor.
Las nuevas tecnologías facilitan el progreso en áreas como la conducción autónoma y los servicios digitales. La mayor capacidad en el procesamiento de datos, unos sensores más potentes y la compatibilidad 5G son la base de una óptima conducción y aparcamiento automatizados.
El diseño interior cuenta con una arquitectura de nuevo desarrollo. Se ha diseñado con armonía desde dentro hacia afuera. Una gran habitabilidad, la combinación de materiales de alta calidad, una delgada instrumentación, los asientos de nuevo desarrollo con reposacabezas integrados y un techo panorámico de cristal excepcionalmente grande permiten que se perciba un ambiente de lujo en su interior. La ausencia del túnel central facilita que haya un espacio mayor para las piernas y más hueco para distintos compartimentos, mientras que la belleza del diseño de la consola central termina de construir un conjunto similar a un mueble de gran calidad.
Estrena el sistema operativo 8 de BMW y la nueva generación del controlador iDrive. El BMW Curved Display agrupa dos pantallas digitales con superficie de cristal desprovista de marco. Una pantalla de 12,3 pulgadas para la instrumentación y otra de 14,9 pulgadas se utiliza para el resto de controles. El asistente personal inteligente BMW (Intelligent Personal Assistant) añade nuevas funcionalidades y de serie está disponible el sistema de climatización automático de 2,5 zonas, ahora más intuitivo.
El diseño de la consola central incluye un mando giratorio para la selección de la marcha, un controlador táctil y una superficie de control iluminada con efecto cristal y entrada háptica activa para el manejo de las distintas funciones del vehículo. La opción Clear & Bold añade superficies de madera y selectores con un acabado en cristal pulido.
El BMW iX es el primer coche de producción en serie de BMW Group que utiliza un volante hexagonal. Con una clara inspiración en los de competición, facilita y mejora la visibilidad que el conductor tiene de la instrumentación. También se han añadido nuevos botones multifunción y el volante opcionalmente puede estar calefactado, con tres niveles seleccionables.
El techo panorámico de cristal, con oscurecimiento electrocrómico, está disponible como opción. Es la superficie de vidrio más grande jamás instalado en un modelo de BMW Group, está diseñado en una única pieza y se extiende por todo el interior sin que haya nada que se cruce en su limpio acabado.
El sistema de sonido envolvente opcional Bowers & Wilkins traslada la experiencia interior a una nueva dimensión. Se crea un ambiente de sala de conciertos gracias a un sistema de sonido activo, a un control del audio que se traduce en un rendimiento dinámico y a cinco modos de sonido independientes a elegir. Cuenta con un total de 30 altavoces, ocho de ellos integrados en los reposacabezas de los asientos delanteros y traseros. La innovadora función 4D Audio se genera utilizando unos ‘osciladores’ por control magnético que se sitúan en los asientos delanteros.