Autos en Vivo – Industria Automotriz

El Rally Maya México cumplió con su recorrido por territorio Campechano y para cerrar la segunda etapa, arríbanos en Mérida.

rmm

Tras haber cruzado el estado de Campeche y detenerse en Pomuch y Hecelchakan, la comitiva del RMM 2023 arribó a la blanca Mérida, completando ya dos etapas del placer de viajar en el tiempo.

En la segunda etapa del recorrido, los autos participantes transitaron por 186 kilómetros cubriendo las especificaciones de la libreta de ruta y la primer parada del museo rodante este comienzo de semana fue en el poblado de Pomuch, aún en territorio campechano.

Poblado que forma parte del municipio de Hecelchakán y que es conocido por una particular tradición de sus habitantes para el día de muertos, según la cual los familiares del fallecido, desentierran sus huesos, los limpian y los envuelven en servilletas nuevas y bordadas especialmente para la ocasión, volviéndo a depositarlos entonces en su tumba y se le realiza la tradicional ofrenda con alimentos y bebidas.

Pomuch es reconocido a nivel estatal e incluso nacional por sus tradicionales panes, de distintos tipos y formas, los cuales pudieron degustar los participantes del rally maya y muchos de ellos salieron con varias compras tanto de panes como de vestimentas típicas.

En esta parada se hizo presente el programa de responsabilidad social del RMM y se hizo entrega de sillas y ruedas así como de bicicletas para gente que lo requiere en la comunidad.

Después de esta escala, los integrantes del museo rodante retomaron carretera y los siguientes kilómetros los llevaron hasta la cabecera municipal, Hecelchakán.

Aquí la recepción por parte de las autoridades municipales y pobladores fue simplemente espectacular e inolvidable, teniendo como escenario la catedral, los autos fueron acomodándose a su llegada y con actividades culturales y una comida tradicional.

Las historias del Rally

Una vez más el Rally Maya México continúa marcando vidas y generando historias, en esta ocasión repitiendo como participante del museo rodante están Marina G. como tripulante y Prisca T. piloto del Ferrari blanco 308 GTS de1978.  Un vehículo que además de ser una pieza automotriz sumamente asediada, rinde homenaje al padre de Prisca, el campeón de la F1 e icono del automovilismo a nivel mundial, el “Zorro plateado” Piero Taruffi.

Cabe mencionar que Prisca y Marina no solo se encuentran participando como competidoras de la carrera, sino que además como salidas del RMM apoyan al mismo con difusión al ser comunicadoras en europa.

Salir de la versión móvil